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lunes, 26 de marzo de 2012

El panorama ante la huelga general

Sindicalistas y trabajadores afectados por la Reforma Laboral dan su visión de la Huelga General del próximo día 29 de Marzo

Los carteles y avisos de la huelga pueblan las fachadas
de la mayoría de edificios
“29 de Marzo, Huelga General”, rezan los carteles desde las calles de cualquier ciudad española, acompañados de consignas que animan a los trabajadores a formar parte de ella. Debido a la situación económica, la convocatoria de una huelga era evidente. Y si bien desde los sindicatos se anima a asistir, a luchar y a protestar, la postura de la mayoría de los empresarios es muy distinta. Sin embargo, gran parte de la población aún duda, no sabe en qué medida le perjudicará asistir, y desconoce el efecto que dicha manifestación tendrá.
La principal causa de la huelga es la Reforma Laboral que el Partido Popular aprobó en el mes de Febrero. Esta reforma, sumada a otras medidas, como el atraso de la edad de jubilación hasta los 67 años, han provocado el descontento en la población, y la convocatoria de la Huelga General
Las reacciones a esta decisión han sido muy dispares. Si bien a muchos les parece necesaria, otros critican la inactividad de los sindicatos hasta el momento de la convocatoria.


Los ciudadanos opinan
Aunque la duda sea la tendencia que impera en estos momentos, algunos trabajadores tienen claras sus razones para asistir (o no) a la huelga. “El gobierno ha apostado por una reforma laboral que es una navaja de doble filo, orientada claramente a favorecer a las empresas”, explica Juan A. Blaya, desde su actual situación de desempleo. La opinión de Salvador David (que actualmente trabaja como teleoperador) es similar: “Yo pienso ir a la huelga porque la precariedad es la tónica en mi sector, y eso hay que remediarlo. Abaratar el despido sólo favorece a los de siempre”.
Esta visión respecto a la reforma laboral es compartida por la mayoría de ciudadanos. Sin embargo, algunos no se identifican con los sindicatos. El programador informático Mario Domínguez lo expresa claramente: “Yo haré huelga, pero no iré a la manifestación, no me siento identificado con ninguno de los sindicatos.”
La falta de actividad durante los últimos años es la principal crítica hacia los sindicatos. A eso se suma la opinión de que disponen de demasiadas ayudas y subvenciones por parte del Gobierno. “También en ocasiones se da trato de favor a personas afiliadas sobre el resto de trabajadores de las empresas”, sentencia Mario. Sin embargo, existen alternativas a este tipo de asociaciones, como la plataforma Democracia Real Ya (derivada del 15-M), que propone una manifestación al margen de los sindicatos.

La posición de los sindicatos 
CCOO y UGT son los principales receptores de las críticas contra el
sindicalismo. Sin embargo no son los únicos que están organizando la huelga. En la provincia de Alicante se suman otros, como CNT, CGT, COS o Intersindical. Del mismo modo existen alternativas a los sindicatos, como la ya citada plataforma del 15-M, o las asociaciones de vecinos.
El secretario de CNT en Elche, Antonio de HHaro, lo expone de esta manera: “CNT rechaza la política y las burocracias de CCOO y UGT, pero su desacrédito no debe convertirse en una excusa contra la movilización, sino en otra forma de hacer sindicalismo”.
Otra de esas formas es desde la universidad, por medio de los sindicatos de estudiantes. David G. Marcos, activista del Sindicato de Estudiantes de la UMH (SEMH), anima a los alumnos a movilizarse, ya que ”desde su casa no podrán arreglar las cosas”. Para estos sindicalistas la concienciación es el mayor problema. “Hoy día hay muchos empleados más preocupados por saber quién ganará la Liga de fútbol o como va el debate de Gran Hermano veintitantos que en preocuparse por defender sus derechos”, apunta Antonio de Haro.
El miedo, junto con la apatía, es otra de las causas que señalan los sindicalistas, ya que muchos ciudadanos temen perder su puesto de trabajo. Otro aspecto criticado de las anteriores huelgas han sido los excesivos piquetes informativos por parte de los sindicatos. Sin embargo, como señala David G. Marcos, no es la única forma de presión. Y es que, según explica el activista, “El piquete de los empresarios se ha convertido en un arma más con la que frenar estos procesos de movilización”. Añade un caso cercano: profesores de la Comunidad Valenciana que tras la huelga anterior fueron cambiados de centro.
Pero a pesar de este tipo de dificultades, ambos activistas pronostican con optimismo el próximo día 29. Antonio de Haro sostiene que las últimas reformas afectan directamente a los derechos de los trabajadores, y que se espera que la movilización sea mayor que en la anterior huelga. David G. Marcos, por su parte, se centra en que en este caso hay más antecedentes, como el movimiento 15-M, o en la Comunidad, la Primavera Valenciana.
Los dos coinciden en que la participación de la huelga será una incógnita hasta el mismo día, pero
aún están a tiempo de trabajar para que sea un éxito.

1 comentarios:

Unknown dijo...

El problema, es que los Sindicatos también necesitan una limpieza, como el sistema electoral. Tienen la misma culpa que los políticos en lo que a la crisis se refiere.

¿Por qué se hace ahora una huelga general? ¿Por qué no antes? ¿Por qué ahora ponen el grito en el cielo ante esta reforma, y no cuando se daba dinero a tutiplén, endeudando las arcas públicas?

Que conste que yo no estoy a favor de la reforma, pues tiene más cosas malas que buenas. ¿Qué sentido tiene abaratar el despido para aumentar la contratación de más empleados?

El único caso para lo que está pensada esta medida, es para el trabajador que lleva muchos años en una empresa, y despedirlo porque no hace su trabajo le cuesta un pastón a la empresa.
¿Cuántos casos como este pueden existir? Yo pienso que pocos.

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