El Cuaderno Desastre

La representante de Amnistía Internacional Elche Maribel Hernández afirmó ayer en la UMH que la asociación acoge un caso de liberación en el África Subsahariana entre sus objetivos para 2012. La ONG concluye su cincuenta aniversario, en el que han incrementado su número de activistas en siete personas.

Maribel explicó que Amnistía Internacional comienza los casos de liberación contactando por medio de cartas con la persona y su familia. Añadió que “si el caso se resuelve y la persona se libera es una sensación muy reconfortante”, y comparó estos casos con “adoptar a alguien y mejorar su vida”. Este proyecto de liberación es uno de los objetivos que el grupo propone para comenzar el año 2012.

La representante definió el 2011 como un año muy satisfactorio. El grupo ilicitano de Amnistía Internacional (fundado en 1961) comenzó este año con tres activistas, y ahora cuentan con diez (el doble de la media de estos grupos), y han alcanzado los 262 socios. Las principales campañas que Amnistía Internacional Elche ha tratado este año han sido contra la pena de muerte (con el caso de un preso japonés que lleva cuarenta años en el corredor de la muerte), y a favor de la libertad de expresión y el derecho al agua en el conflicto árabe-israelí. Maribel ha agradecido “la colaboración y el buen trato por parte de las radios locales”.

La campaña electoral también ha influido en el grupo. Los activistas de Amnistía Internacional sugirieron incorporar un Plan de Derechos Humanos al programa de cada partido. Maribel definió Amnistía Internacional como una asociación “políticamente independiente”, y recriminó que hasta ahora ningún partido ha llevado a la práctica sus ideas.

El grupo ilicitano propone para el 2012 una recogida de firmas por el cierre de Guantánamo. La creación de una red de escuelas y universitaria, y el aumento de su presencia en la web 2.0 son otros propósitos para el próximo año de la ONG.

La elección de los casos se lleva a cabo por medio de una asamblea. “Amnistía Internacional elegirá uno que no esté siendo tratado por otro grupo”, añadió la portavoz. Ella explicó que los activistas realizan trabajo burocrático, y no siempre tienen trato directo con la persona a liberar. Sin embargo concretó que muchos activistas dedican su vida a la asociación. “El mayor éxito es la liberación de la persona con la que estamos trabajando”, confirmó la activista, “si los grupos crecen es porque su trabajo tiene repercusiones en la sociedad”.